Un año en el cielo
Amo cada pequeño recuerdo de tu ser, tus lomitos, tus lanitas de oro al atardecer, tu naricita percibiendo el mundo, siempre te ame, pero nunca entendí la magnitud de tu alma y de la entrega del amor tan incondicional de los animalitos...
Eres mi Brunito arcoiris, mi ser mágico, tu vida alivio mi vida y fuiste la estela de esa estrella que paso por mi lado, ahora tu mismo estas cuidando esa estrella.
Aún no creo que ha pasado un año, aún siento que escucharé por allí tus patitas correr por la casa y vendrás a mi corriendo, pero se que debo soltar, soltar todo, menos tu inmenso amor.
Recuerdo nuestra lucha, fuiste mi maestro porque me enseñaste a cuidar un ser con todas mis fuerzas a pesar de los momentos más adversos y no desfallecer, se que tus lecciones me han dado fuerza, esa fuerza sensible que siempre vuelve a mi. Para muchos tal vez eras solo un perrito, para mi eso era suficiente para amarte, llenaste el espacio de mi alma dedicado a la protección, la ternura y el cuidado, se que esos sentimientos volverán en muchas y distintas formas, te amo te honro y te recuerdo amor de mi vida. Mi querido Bruno.
Vive un año más en el universo mientras iluminan mis pasos... siempre voy a amar esas partes de mi que me esperan en el cielo... te amo la vida entera.
Gracias Dios por amortiguar todos los cambios y darme las alegrías que han pasado y las que vendrán, no ha sido fácil extrañar pero amar... amar es más fácil... amar en el mundo porque de aquí fuiste y somos todos.
Eternamente angelito Chuchu, mi ovejito, mi lanas, mi alpaquito.
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