Bruno

Aún suenan las alarmas de tus medicinas y aún me afanó por volver a casa o bajar sin demora del segundo piso para que no me persigueras, mi alma aún procesa que te dejo libre para respirar finalmente tranquilo, pero mi alma aún reconoce el peso de tu cuerpito en mis brazos para subirte por las escaleras, amo cada parte de tu vida y se que tú también me recordaras... Te amo y me repito tantas veces que te dejo libre en este viaje por tu bien, pero aún tal vez llore un poco porque eras mi alma guardián, pero tú mismo me enseñaste que puedo llorar un rato pero después reconstruirme, que siempre habrá un día más bonito después de los días oscuros.

Me enseñaste a amar el sol, me enseñaste a amar el viento... Me enseñaste a amar la tranquilidad, te amo y te buscaré ahora en el firmamento...

Mi cuerpo aún reacciona automáticamente a cerrar rápido la puerta para que no te salgas, a bajar el volumen para que no te moleste el ruido y a caminar lento para que me puedas seguir el paso, a andarme por la vida con cuidado para no despertarte, te amo en mi mente, en mi alma, en mis recuerdos, te extraño con cada parte de mi historia.

En mi esencia, eres el legado de mis sueños, eres el amor más puro que he conocido, me amaste con tu inocencia cuándo ni yo me sentía capaz de amarme suficiente.

Ya no tendré frío cuando den las 6, pero estaré sin ti... A veces siento que me falta una parte del alma pero sé que en realidad eres esa parte con la que ahora completas el universo...

Te entregue como si hubiese encontrado a tus amos luego de un largo tiempo distantes, te entregué porque ya eras más de Diosito que de mi y así lo entendí.

A veces prendo por error la luz de las escaleras y recuerdo que ya no te levantaras para arruncharnos a dormir, pero se que ya puedes descansar tranquilo, ya no debo cuidar tanto lo que se cae al suelo pero añoro ver tus patitas corriendo a la cocina, gracias por darme tu hermosura tantos años...

Gracias por hacerme salir a caminar, gracias por tomarte tanto tiempo tus medicinas y ayudarme a ayudarte y por lograrlo juntos tanto tiempo... Siempre serás un milagro.

Te amo vida mía y espero que en el eco de mis oraciones te llegue este mensaje al viento del que ahora eres parte.

Quiero abrazarte... Quisiera decirlo en voz alta pero no quiero que mires atrás, no quiero atarte a mi de ninguna manera, quiero que tú alma se eleve como el eter y te hagas tan ligero como los dientes de león a los que tanto le pido deseos y crezcas en nuevas realidades donde tu alma viaje libre para estar con Dios en su infinita esencia, te amo mi chiquito.

Todavía quiero amarte más... Pero te amaré desde aquí... Te amaré en tu nueva forma.

Sabía que todas esas cosas retadoras o difíciles un día las extrañaría, gracias por dejarme ser tu mamita humana y enseñarme del amor y el cuidado.

Extraño dormir arrinconada porque te extendias, extraño madrugar o trasnochar para preparar tus medicinas, el dolor de espalda por estar acurrucada alimentandote, extraño salir en la noche o la madrugada y que me afanaras por tu comidita, extraño esos ojitos caramelo que me miraban con amor, pero se que esos ojitos ya solo me pedían calma, me pedían una forma de amor por encima del ego y el apego que traspasará toda métrica o medida.

Te veo en las nubes, tus lanitas de algodón van por el firmamento, te juro que me desprendere del dolor pero siempre te amaré, aunque se vayan acabando los pelitos que aún busco con afán en mi ropa y aunque se pierda el olor de tus patitas en las cobijitas te guardaré en un irremplazable lugar, amor de mi vida...

Extraño tu ternura irremplazable, todas estas letras no llenan esa falta que me haces, pero no dañare algo que tú arreglaste... Mi corazón solo está un poco adolorido y debe limpiarse de vez en cuando con las lagrimas, pero te ama en el infinito.

Sería egoísta tenerte simplemente cuando la única cura eran los brazos del universo, poco a poco se irá mi estado de alerta y mi soledad y vendrá el amor en nuevas formas, en el honrare tu lugar por siempre.