Un amor profundo

Ya no tendré miedo o vergüenza de usar ese traje rosa de las profundidades y complejidades del ser...

Ya no me pondré esa gris chaqueta por miedo a que se me vea el corazón... No jugaré anular mis sueños por miedo de perder... No me pondré a la sombra de esas cosas que aceptamos con inercia aunque nos contradigan...

Solo existe una manera de honrarnos y honrar todo aquello que amamos... y La respuesta es tan simple cómo obvia: Amarnos... y no con un amor cortés, quizá tampoco con un amor romántico, sino más bien con ese amor new age qué entiende el amor como un universo de niveles, donde se ama más con el poder de las acciones y se sigue amando desde el desprendimiento de toda dependencia, un amor que no ama por un "tu" si no por un "nosotros", pero no un nosotros simple de cualquier estribillo, un nosotros en la vida, un nosotros inmersos en la naturaleza, un amor que aspira a todo lo soñado, pero que también se sitúa en la realidad, un amor que entienda bien el tan juzgado apegó cómo ese bálsamo que permita crear puentes seguros hacia quienes a su vez tienen el poder de ser en nuestras vidas vínculos que nos impulsen hacia nosotros mismos...

Un amor resignificado, donde el amor también todo lo duda, todo lo indaga, todo lo filósofa y todo lo estudia... Un amor que no es pasivo consigo mismo, un amor que quiere ser la suma, que quiere ser a su vez construcción. Un amor que entiende cuándo el amor es también soltar cualquier cadena...

Un amor que empieza en las capas más ligeras del ser y termina en lo más profundo de nosotros mismos que es quizás el único lugar dónde podríamos buscar todas las respuestas.