Elocuencia del alma


Tus mejillas eran más cómodas que nuestros silencios y quizá mis escritos eran más elocuentes que mi indecisión, pero aún así vivía en mi todo esto que ya no es ningún secreto... soy del universo tanto como de ti en este momento... Y te repetiría una y otra vez cada uno de nuestros besos y saltaría de nuevo los océanos por verte y te abrazaría solo en cada invierno, tan solo por recordar tus consejos... y mis páginas suspirarian por ti una y otra vez...

Y quizás los oídos y los ojos que lean estas palabras podrían enamorarse de esa luz de amor indómito que me has dejado en cada nervio, en cada eléctrica ilusión, una y otra vez, hasta que quizá un día en cualquier esquina podamos ser aquellos que un día habitaron sus propios sueños y que por azares del destino al fin tengamos tiempo para respirarnos y sentir nuestra existencia casi sin pensarnos.

Tus manos no solo me llevaron en mis sueños, tus palabras me mostraron un mejor camino por el cual avanzar y agradecería como agradezco ahora haber sentido tu alma besando mis manos, y tus brazos abrazando mis latidos una vez más.

Te dije todo, hasta esas cosas que uno solo se guarda para uno mismo y aunque haya faltado mucho por vivirnos, no faltó por decir ninguna parte de ese sueño que me llevó hasta ti.

Comentarios

Entradas populares