Suerte...

Podría existir un Mundo paralelo, en que descubrir el alma de las personas fuera siempre cómo ojear un libro de poesías alegres...

Ojalá existieran buenos corazones como buenas frases regados por todo el brillo de tus ojos. 

Ojalá nunca fueran pertinentes las frases amargas y certeras sobre las decepciones y quedarán siempre como anillo al dedo los cuentos luminosos sobre los buenos comienzos... 

Pero somos azar y debemos sortear facturas y humo que debemos convertir en poesía o sonrisas pequeñas en recuerdos para recargar la vida. 

Somos suerte empuñada en los días, un dictado del corazón entre el ruido de las calles.

Muchos prefieren vivir su vida ignorando el mar y sólo saciando su sed... Otros preferimos amar la orilla y guardarnos en el alma todas sus estaciones. 

Quizá sea tiempo de desterrar lo que sobra, la suerte de quien no quiso de ti más que aquello que podía usar.