Me sente a escribir y terminé bailando (25/04/2023)

Me senté a escribir y terminé bailando, hace mucho no practicaba mi según yo: "caligrafía de poesía"...

Por alguna extraña razón confieso en estos minutos que he perdido mi adicción... Pero también confieso que no he sentido ese síndrome de abstinencia que se apoderaba de mí anteriormente, cuando la cotidianidad no era tocada por el arte en un tiempo prolongado y se apoderaban del espacio las presurosas y monótonas rutinas...

Quisiera pensar qué he romantizado lo suficiente la vida como para no extrañar el romance entre el lápiz y el papel, pero quizá no me convenzo a mí misma del todo con tales teorías...

Me veo, me leo y sé que poco he aprendido aún a resumir, ¿pero qué no es acaso así la vida misma? ¿un constante indagar detalles e hilarse entretejerce y un tanto enredarse por los matices?

Mi perro me apura por bajar a la cena aprenderé a dejarle la puerta entreabierta por si quiere pasar o por si se quiere ir pero no muy abierta para que no entre el frío tal como quizá deberíamos dar la libertad a quienes entran a nuestra vida aquí en eso amamos. O tal vez cómo debería ser el arte en el hogar de quienes hemos decidido hacerlo solo en la plena libertad del abrazo...

Se renuevan mis conexiones neuronales evocando las melodías de sentimientos más profundos... ¿tal vez sea esa la cuestión?

Mis ojos ya no recuerdan el amor romántico... No hay quien ocupe ahora ese lugar... Y sinceramente aún no sé si quiero intentar de nuevo correr con mi traje de princesa por esta ciudad de fábulas donde no he conocido al príncipe azul.


¿Pero que acaso no es igual de profundo a un poema este experimental intento de mirarme en el espejo de mis extensas palabras? tal vez sí, tal vez siento algo maravilloso al pensar que he saldado varias deudas que tenía conmigo misma...

He sentido profundamente, he amado y he aclarado esos acuerdos de un amor más cuerdo que he querido y he manifestado claramente. He escarbado en mis profundos recuerdos y he pedido oídos sabios para sanar todas esas cicatrices que se nos inconan en el aparente olvido y he alimentado mi cuerpo y mi propio amor.

La anestesia de la cirugía me ha animado las asperezas del alma, tengo todo y a la vez todo es factible de ser perdido... Sin embargo hoy y ahora tengo este cinemático milagro de vivir... Sigo creyendo profunda y maravillosamente en la existencia de Dios como en la existencia de estas letras, como en la alegría de estas notas que inspiran la potencia creadora, la esperanza del arte la esperanza de las plantas al crecer... de las raíces al plantarse y en lo sagrado de cada átomo que respiramos y cada paso al despertar.

Ahora si... subo de nuevo mi escudo, debo bajar a cenar...

Comentarios

Entradas populares