El riesgo

Quién domina aquello que se posa en nuestras manos cómo frío en una noche dominada por el viento, cómo lo inevitable... ¿Quién puede evadir los errores que deben ocurrir? eso que nuestros ojos buscan pero que nuestro corazón debe rechazar, aprender quizá ni siquiera sea el lugar, una ola que lo lleva todo, un huracán que no se puede evitar... Permitirse errar, permitirse experimentar todas esas fórmulas que teníamos tan creadas, todas esas fórmulas que nos llevaron a una realidad que nos alejó de todo aquello que justamente queríamos tener. Cuántas repeticiones... Cuántas murallas que creamos, cuántas veces fué el no que le dimos a nuestro corazón y no el no en el alma de nadie más...

Nuestra escencia poderosa y dura, el Big bang que crea explosiones dónde lo creado se confunde con lo destruído... Era algo que debíamos aprender, era nuestra alma profunda que se reflejaba en un espejo de agua efímero y cortó en alguien más... Todo eso que armamos era nuestro y solo nuestro... Creamos un amor bueno en un lienzo que creemos nuestro como nuestras miradas, sabiendo que eso que decíamos era solo nuestro... Así se fue consumiendo la llama... Así se fue todo lo que debíamos aprender entre lágrimas y profundidades, entré ríos incontenibles y ternuras ahogadas... Lo quisimos todo... Aún sabiendo que no existía nada.

Cuánto amor perdimos por miedo... Está vez tampoco era nada, pero al menos no perdimos nunca el camino de apostarlo todo a una mirada.

Permitirnos ser humanos, permitirnos esté intento constante de eternidad,

Era un mar era todo lo profundo de mi alma, en un pedazo de nada...