La elección

Aún cuando invisibles parecemos en el aire, somos un océano que lleva ondas en cada acto que hacemos, hoy como nunca en diferentes planos lo sabemos. En cada día que abrimos los ojos, en cada momento decisivo, en cada palabra que sale de nuestra boca y mucho más en las que callamos. 

El arte es una de las mil voces pero hay voces que no tienen nada más que su mera existencia, aunque cada existencia debería ser arte, hay voces que tienen hambre, hay voces que no pueden nacer ante las injusticias, hay manos que por más que labran la tierra no pueden salir a flote, porque su semilla se plantó en un suelo diferente y es por esas voces, que incluso a veces son nuestras propias voces cuándo nadamos con fuerza y nuestro futuro se ancla a una lucha monetaria por apegarnos a las deudas, o a trabajar para quienes guardan un sepulcral silencio o no tener absolutamente nada, es por esas voces por las que debemos hablar. Justamente la espiritualidad nos ha dicho que somos parte en realidad de un todo, por eso mismo la paz no es solamente adentro, la paz no es una sustancia extraña, quieta, calmada y callada, la paz también busca un objetivo, la paz es justicia con las demás personas, la paz no mira solamente para sí mismo y no ignora el resto, somos cuatro ejes, físico, emocional, mental y espiritual, no podemos pedir paz cuando el cuerpo de nuestro prójimo tiene sed y hambre, no podemos pedir paz mental en medio de una guerra, nuestra felicidad no es la misma si la emoción está atravesando un luto que sus ojos ven por los espiritus que luchaban y los han callado. 

La paz, aunque debería ser una directriz inscrita en nuestra naturaleza sagrada en este cuerpo mundano también debe ser una elección, una elección altiva y activa, no sólo la elección de las urnas, la paz es arreglar lo que está mal, la Paz es ayudar a crecer a ese quién sus huellas han enterrado en un cemento difícil de partir con sus escasas herramientas, la paz es dar también lo que a nosotros mismos nos falta, la paz es tratar de entender las ideas, la paz es no odiar a cualquiera solo porque no es nuestro amigo, la paz es no juzgar al que escucha, al que ama, pero con amor verdadero, no el de palabras bonitas si no aquel que ama poniéndose la piel del otro, la paz no es la que habla de no señalar y a su vez señala a quien siente rabia dolor y tristeza. 

Y es verdad la paz no nos la va a dar un gobierno solamente, la paz no nos la va a dar un papel firmado ni un acuerdo, la paz no nos la van a dar los congresistas, la paz nadie nos la va a dar de una manera mágica e incongruente la paz la empezamos nosotros pero si la debemos continuar como sociedad, como estructura que pide y exige realidad. 

La paz es no permitir las injusticias, la paz a veces es ceder el paso, pero la paz también es preguntar sin enojó, la paz es no mirar por encima de tú hombro, la paz puede reír y hacer bromas pero en el sentir último interior debe ver a todos por igual pero sin dejar de dar lecciones de vida a quién busca pasar por encima del otro, la paz es no ser conchudo, la paz también es tu propio trabajo, la paz es pedir dignidad en cada cosa que haces, la paz es dar gracias a los actos bondadosos de los demás, sin después aprovecharse de ellos, la paz es ser ecuánime, la paz es no buscar amistad por conveniencia, La paz no es callar por evitar un conflicto aún cuando este perpetue una situación de injusticia, en Dios la paz fue rebelde porque lucho por los oprimidos, la paz perdona con enseñanzas, la paz ama con sentido, la paz no es una idea vana que duerme al interior, la paz son nuestros actos, la paz es una paz despierta, aún cuándo hoy no tuviéramos una sola exigencia política por la cual luchar, yo hoy sembraria ideas y resistiría por las vidas que el poder ha cegado. 

Porque no me da tanto miedo el gobierno como quienes han seguido sus órdenes, porqué quien decide acabar con la vida de otro ha tomado la peor de sus decisiones, porque quizá como a veces tan solo escogemos ciegamente un bando, porque el dolor es ver cuán herida debía estar nuestra sociedad y nuestros corazones para que hayamos permitido que todo esto siga pasando. 

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